martes, 5 de abril de 2011

A vueltas con la épica

En mi comentario de la portada de hoy, me refería a la frase "vuelve con tu escudo o sobre él" como romana, cuando es espartana.

Me confundi porque una vez me contaron del poeta romano Horacio que cuando era soldado, en lugar de presentar batalla tiró el escudo al suelo y salió por piernas. Si es probable que el dicho fuera conocido en Roma, por influencia de los griegos.

Pero fallo es.

A cuento de esto y de la referencia que se desprende de la corrección, Leónidas y los espartanos en la batalla del paso de las Termópilas, popularizada por la película ‘300′, quiero entrar en un punto que me parece importante.

Estoy empezando a estar hasta las narices de las referencias épicas al Real Madrid en Marca. O al Barça en Sport. A las "tremendas batallas", las "remontadas" y lo que cuesta vencer. A la "épica".


No es de recibo. No cuadra.

La épica es otra cosa.

Es el enfrentarse al orden establecido, es la historia del oprimido, del marginado, del héroe solitario.

Lo que es épico es que llegue el Alcorcón o el Numancia y con un par le planten cara a los mejores equipos de España. Que el Villarreal haya conseguido pasar de la nada a Europa en unos pocos años.

¿El Real Madrid enfrentandose al Tottenham? Puede ser muy buen fútbol. Puede ser uno de los mejores partidos de la historia del deporte.

Pero no estamos hablando de un equipo pequeño en situación de desventaja.

No son Leónidas y sus espartanos contra los persas.

Son Rambo, Terminator, el pitufo de Avatar y Guybrush Threepwood armados hasta los dientes.
Y Pepe. También juega Pepe. Que por lo que tengo entendido también está armado hasta los dientes y no sólo metafóricamente.

A mi que me digan: que desventaja tiene que superar un equipazo como la copa de un pino, sin duda uno de los tres o cuatro mejores equipos del mundo. Con una plantilla de impresión, un señor entrenador y un presupuesto que ya querría para si la liga de fútbol irlandesa entera.

No son los espartanos.
Son los persas.

El Barça también. Y más. Pep hasta me recuerda al general ese persa calvo.

Que no me vendan la épica victoria del Madrid. O la del Barça. Ahora no.

Se puede disfrutar con su fútbol, con sus victorias y con su saber hacer, pero no hay épica para ellos. Hay otras cosas.

Pero épica, no.

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