Aqui una traducción de un artículo de opinión de La Gazzetta Dello Sport de hoy dia 25-11. Comprenlo, aunque cueste de encontrar.
Es una broma de mal gusto, de Franco Arturi
¿Escandalizarnos? Con mesura. Con el conocimiento de que somos, o hemos sido el país de Machiavelli y del fútbol de los escándalos. Sin embargo una cosa reivindicamos con vehemencia después de un episodio de antideportividad como pocos recordábamos por su evidencia: si el vate portugués Mourinho el futuro se arriesga – y ya lo ha intentado en años anteriores- a darnos lecciones de moral a nosotros los italianos, le dispararemos a la cara con una carcajada de cienmil decibelios. Estamos en nuestro derecho.
Todo con ligereza, naturalmente. Sin molestar al gran ejército de aquellos que utilizan a menudo la palabra “moralismo” como un martillo con el que darle en la cabeza a aquellos que intentan defender conceptos arcaicos como ética, valores, lealtad. Por ejemplo, siempre para reír, pensad en la España llena de orgullo nacional por sus “hombres verticales”, los muchachos campeones del mundo Casillas, Xabi Alonso y Sergio Ramos que se han prestado a pisotear delante de la televisión mundial su dignidad como jugadores, profundizando despues en declaraciones de una puerilidad cósmica.
No hablamos de la tradición del Real, de los espectadores y del Ajax burlados, del árbitro obligado a tomar parte a mala gana en la comedia y después atacado preventivamente por el genial José en los vestuarios: toda una broma. No sabemos si Monsieur Fair Play, hoy en día Michel Platini, presidente de la UEFA, se estará divirtiendo como todos nosotros: en el fondo se está ridiculizando el fútbol y la máxima competición mundial de clubes, dos cositas a las cuales dedica la vida. Él tiene la batuta lista y juzga desde lo alto: és el momento de utilizar ambos recursos.
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