sábado, 17 de noviembre de 2012

Mis mejores deseos para el Oviedo



Espero eso sí que las ruedas de prensa no se inspiren en el soporte técnico de Telmex, joya de la corona de Carlos Slim…



Primera rueda de prensa de la directiva del Oviedo

Sólo aparece una señora, mexicana, vestida con camisa blanca y falda gris, pertrechada con auricular, micrófono y ordenador portátil.

La señora es de edad indeterminada: tan posibles son los 25 mal llevados como los 50, mal llevados y aparentemente, conservados en vinagre.

Tras instalarse en la silla, tan sólo mira la pantalla de su portátil, mueve el puntero y hace clics cada varios segundos sobre ventanas que sólo ella puede ver, con total indiferencia a los periodistas reunidos delante de ella.

“¿Pero dónde está la directiva?”

La señora teclea, sin mirar a la cara a los presentes o hacer indicación alguna de que hay alguien más en la sala.

Pausa.

“La directiva está atendiendo a otros periodistas.”, dice con voz que quiere aparentar cordialidad pero únicamente consigue monotonía, y sigue moviendo el puntero del ratón y haciendo clic.

Arrastre. Clic.

“¿El jefe de prensa?”

“Favor esperar.”

Más tecleo. Clic. Arrastre. Pausa. Clic.

“El jefe de prensa está reunido, favor contactar más tarde.”

“¿Y el entrenador?”

“Permítame que le ponga en espera.” Se oye una música repetitiva y machacona.

Más tecleo. Pausa. Clic. Arrastre. El nueve de diamantes sobre el diez de picas. Pausa.

Por fortuna la música se detiene.

“El entrenador no se localiza, favor contactar más tarde.” Clic. Se oyen varios sonidos como de cartas rebotando contra la pantalla.

La expresión de su cara cambia de la indiferencia al aburrimiento, asco o desprecio, es difícil de distinguir..

“¿Y el segundo entrenador?”

“Favor esperar.” Vuelta a la musiquita.

Más tecleo. Pausa. Mucho más tecleo.

Si se presta atención al movimiento de los dedos sobre el teclado, el avispado ojeador podrá leer: “Marisa, estoy en una rueda de prensa, pero cuentame sobre lo de la operación de tu primo, tengo tiempo.”

Pausa. Por suerte para la salud mental de los presentes, la música se detiene.

Por desgracia, es para que hable la señora, con el tono que ha conseguido mantener desde el principio.

“El segundo entrenador está fuera de cobertura. Favor contactar más tarde.”

“¿Podemos hablar con alguien?¿Con quien sea?”

“Favor esperar.” La misma música machacona otra vez.

Pausa. Tecleo. Más pausa.

Más tecleo:”Dile que si le pone un pedacito de tocino a la verruga y la tapa con un esparadrapo se va en tres días.” Pausa. Más tecleo.”Ahora se lo digo y salimos a comer.”

Finalmente la música se detiene.

El único periodista que no está visiblemente afectado por la misma es el destinado por la SER que ha podido quitarle las pilas a su audífono. El resto tiene ya tics nerviosos. Uno echa espuma por la boca.

“Tengo un problema en mi sistema y no puedo contestarle a la pregunta. Favor contactar más tarde. ¿Puedo ayudarle en alguna cosa más?”

“¡Pero si no ha contestado nada útil!”

“Gracias por asistir a esta rueda de prensa del Telmex de Oviedo y hasta la próxima.”



Mourinho ya está tomando notas. El sueldo de Karanka peligra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario