lunes, 19 de diciembre de 2011

Hay que subir el listón

Ahora que la lesión de Villa nos ha hecho pensar en ayudar a los convalecientes:
Hace más de seis meses que operaron a Miki Roqué, del Betis, de un cáncer óseo. La operación fue un éxito y la falta de noticias desde entonces es, se supone, buena noticia.
Se supone. Pero a veces, no. ¿Encontraron, por ejemplo, un donante de médula para Gustavo Martins? Aparte de los primeros días, donde recibió la atención de los medios ¿qué pasó?
¿O es tan sólo cuando hay carnaza que estas personas son noticia, y después se olvida?
. . .
Esta nuestra prensa deportiva, la que se ha pagado con el dinero de nuestros bolsillos como aficionados, y a veces con el de todos, está demasiado en quien pierde contra quien, quien machaca y quien humilla, quien gasta más, quien se vende y quien se va.

No damos la suficiente importancia a esas noticias en las que alguien gana, nadie pierde y aprendemos todos. De esas historias esta el deporte lleno, pero por lo general se arrinconan como con vergüenza, salvo que la desgracia se cebe con los que ponen en pedestales.
¿Saben ustedes quien es Oscar Pistorius? ¿Y el Equipo Hoyt? No se sientan culpables si no lo saben: si salen en la prensa deportiva son el equivalente de focas amaestradas o bomberos toreros. Y historias como las suyas son las que hacen grande al deporte. Son las que inspiran a la gente a superar la adversidad y el dolor.
Pero por eso mismo no salen en portada ni se les da relevancia.
A los que escogen que se publica y que no, la gente les importa tres pepinos. La audiencia no es mas que una cartera de cuentas corrientes con patas de las cuales se obtienen dividendos para sus gastos y fastos.
Cuando ellos se comparan con los idolos que nos venden, y tal y como los venden, no quedan tan mal. Pueden repetir la cantinela de que "las cosas son así", "en todas partes cuecen habas", y que no son tan diferentes de ellos, sobre todo si su vara de medir es lo que tienen y lo que ganan.
Pero eso es poner el liston mas bajo de lo que se puede saltar y felicitarse por hacerlo. Estan en su derecho, pero no sere yo quien les haga de clac. Algunos les llamarán hombres de exito. Pero lo que tienen es la vergüenza de los que se saben mediocres de espiritu.
Por eso nos ocultan las historias de los que no ganan dinero, ni trofeos. De los que a veces solo ganan el poder respirar. Pero se lo ganan.
Seria ponerse el listón muy alto.
El que mira al suelo nunca tropieza.
El que mira a las estrellas quizas tropiece, pero sus pasos abrirán camino.
Más lejos, más alto, más fuerte.
El hombre es hombre por mirar hacia arriba.
. . .
Escribí esto hace algún tiempo y no se si alguien lo llegó a leer. Tampoco importa. Es un momento tan bueno como cualquier otro para repetirme.
¿Alguien sabe algo de cómo les va?

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