¡Hola, [INTRODUZCA NOMBRE AQUI]!
No se si te habrá dado por pensar sobre ello, pero la mayoría de las portadas de Marca son sobre el Real Madrid. En su casi total integridad.
No puede pasar nada malo, nada dudoso, nada ni siquiera mejorable en la Casa Blanca.
Todo es como en la portada de hoy.
Siempre.
No es que no se ganen los calificativos. Pero los desvirtúan aplicándolos sin criterio y sin reconocerlos en los rivales cuando también son ciertos.
Esto hace flaco favor al Real Madrid, al deporte y al aficionado.
Hemos tenido UNA portada favorable al Barcelona en los últimos meses, durante los que el equipo ha ganado… casi todo lo ganable. Y aún en esa portada, no podía faltar la llamada a la sospecha.
Y hemos tenido UNA portada que no ha sido, al menos en teoría, favorable a ningún equipo, y que nos ha hecho recordar el Marca de antaño.
Defectos también tenía, sobre todo el interior del diario, pero tiene uno menos ganas de sacarles las cosquillas.
Y de eso nos quejamos.
No somos todos ni culés, ni antimadridistas. No te debería haber costado mucho de adivinar de haber leido con un poco más de detalle.
Cierto es que verás menos madridistas aquí que en otros sitios: sarna con gusto, no pica.
Pero también los hay, porque la sarna es sarna.
Y esta prensa sarnosa, esta prensa como Marca le hace flaco favor al deporte, al aficionado y al Real Madrid como institución.
Algunos piensan que lo del señorío y la caballerosidad no son más que inventos y campañas de imagen.
Yo ni lo afirmo ni lo niego. Pero si son mentiras, son mentiras que merecen hacerse verdad. Yo admiro al Real Madrid cuando las encarnan y a los madridistas que las comparten. Y no soy madridista.
Pero las mentiras que nos cuenta Marca no merecen ser verdades. ¿Cuántos ilusionantes fichajes de portada?¿Cuantos títulos conseguidos sin jugar?¿Cuántos árbitros vendidos y conspiraciones maquiavélicas?¿Cuántos ultrajes e insultos que sólo ellos ven?
Según Marca, el precio de hacer la imagen del Madrid la más blanca de todas es ennegrecer la de los demás.
No pueden dejar que el Madrid la limpie con el sudor de su esfuerzo, que es con el que ha conseguido y hecho brillar las copas de su vitrina.
Como curiosos modernos Prometeos, le crean, a base de vísceras, sangre y excrementos, por todas partes, una cosa que el Madrid nunca antes había tenido, y que no necesitaba.
Enemigos.
El Real Madrid siempre ha tenido rivales. Y los seguirá teniendo mientras los merezca, y por muchos años. Enemigos, no. Al aficionado madridista se los muestra por todas partes, para que se zafe, se proteja, los ataque.
“Ellos hacen lo mismo, no seas menos.”
Si, no seas menos. Pero no seas más.
Y atacando a ciegas en las sombras, se puede hacer daño a quien no ves. A ese aficionado de otros clubes al que se viste de enemigo y se le atiza.
Que grandes amigos tenemos en Marca.
Que grandes amigos. Nos crean el enemigo, la herida que vengar, el arma con el que hacerlo y nos apuntan hacia el con una venda puesta.
Ensucian a todos los clubs de España con tal de que uno solo, que no necesita que lo salve, parezca mejor a sus ojos.
Se cargan la ética periodística, el código deontológico, juegan con las ilusiones y insultan al buen gusto.
En la ocasión más conocida en que alguien vendió su integridad y sus valores, se llevó treinta monedas de plata.
Al aficionado de hoy en día, en lugar de pagarle, le cobran un euro.
Negocio redondo.
Todas estas cosas y muchas otras las hubieses visto aquí, si te hubieras fijado.
Pero prefieres entrar, hacer un razonamiento sin atenerte a los hechos y llamarnos hipócritas, fariseos y sepulcros blanqueados.
Haznos, y hazte, un favor.
Vuelve a Marca.com, y sigue leyendo. Hazte preguntas sobre lo que lees. Busca. Cuando te asquees, vuelve aquí.
Lee un poco más y entonces dinos las verdades.
Hasta más tarde.
Este último post ha envejecido un poco: ha habido dos o tres portadas que añadir a esas únicas, pero no más.
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